Las joyas de la colonia

Interior de Brasil. Primer contacto: MINAS GERAIS

dibujos de Minas

Itinerario: Sao Paulo – Sao Joao del rei – Tiradentes – Ouro Preto – Mariana – Belo Horizonte – Diamantina – Sao Paulo

El estado de Minas Gerais, al Norte de Sao Paulo, es del tamaño de Francia.Nada que ver con la exuberante vegetación de la Mata Atlántica (inmensa masa vegetal que se extendía a lo largo de miles de km por la costa Brasileña antes de que el rascacielos se convirtiese en la especie autóctona por excelencia y de que el cemento y el asfalto sustituyesen a la fértil tierra costera del país ). Minas se considera la sabana brasileña. Morros áridos, redondeados y chatos como verrugas, dan al paisaje un aspecto algo extraterrestre. Aparentemente, tierra pobre para la labranza y para el ganado, pero abundante en plata, oro y diamantes. No tardaron en darse cuenta los portugueses hace 400 años del secreto que escondían las suaves colinas del cerrado. Ouro Preto se alza imponente sobre las colinas mineras, sorprendente arquitectura barroca colonial, más austera que la europea, es el legado portugués de la fiebre del oro y de la consecuente crisis minera que consiguió «congelar» las ciudades en el tiempo, conservándose prácticamente sin modificación alguna durante 4 siglos. Ouro Preto lleva el nombre del codiciado mineral que le hizo nacer, el oro negro (oro cubierto de una oscura capa de hierro), Diamantina, tres cuartos de lo mismo, Tiradentes, es el nombre del primer revolucionario bandeirante brasileño (hijo de colonos) que luchaba por la independencia frente a la corona portuguesa… En resumidas cuentas, en Minas Gerais se respira historia, se comienza a intuir la brutalidad de la colonización europea de América Latina. Se levantaron ciudades enteras, lujosas mansiones, más de una docena de iglesias en cada ciudad (algunas de un indudable valor artístico, como las decoradas por Aleijadinho) Se importaban productos de lujo de Europa para los terratenientes portugueses y se exportaban piedras preciosas, café, tabaco y azúcar. Pero al igual que le pasó a España con sus colonias, Portugal era un mero intermediario hacia las verdaderas potencias, Inglaterra y los banqueros holandeses. El oro, los diamantes, la plata, el azúcar, tal y como entraban en barco a la Península salían hacia el Norte de Europa. Los ingleses comenzaron a monopolizar las minas brasileñas por ser industrialmente muy superiores a los portugueses y, aunque parezca absurdo, por varios tratados comerciales que proporcionaban la entrada de los vinos portugueses en el mercado inglés a cambio del control de gran parte de las colonias. España y Portugal se arruinaron, las colonias comenzaron los levantamientos contra ambas coronas y para colmo empezaban a escasear los minerales preciosos, Minas Gerais entraba en una espiral de decadencia y escasez que en pocos años le haría convertirse en un estado fantasma, paralizado en el tiempo. Ciudades que huelen a ostentación, dinero y libertinaje de épocas pasadas y mejores,  pero que hoy son tan solo decorados bien conservados que alimentan a la nueva «mina» de riqueza de la región, el turismo. Gente humilde y amable, uno de los mejores queijos de Brasil y el mejor feijao, famosa comida mineira, iglesias, sabana brasileña, autobuses, calor, minas, decadencia… unos días en la región que durante una época fue casi el centro del mundo.

Saudade de Minas Gerais e de voçes. Beijos